Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Con deslumbrante maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas https://katrinaqanv619233.newbigblog.com/45089970/qué-habría-pasado-sin-el-cabezazo-de-zidane